Hago mías las acertadas palabras de la senadora Thania Vega para resumir el debate que promovió en estos días el senador Iván Cepeda contra el también senador y expresidente Álvaro Uribe Vélez.
No entraré en el examen del fondo de lo que ahí se dijo. Lo de Cepeda no es otra cosa que el recuento de acusaciones que a lo largo de su agitada vida política se han encargado de difundir los malquerientes de Uribe, quien esgrimió sólidos argumentos para defenderse y, al mismo tiempo, lanzó graves cargos contra el promotor del debate y los que, pretendiendo mantenerse en las sombras, lo estimularon y facilitaron.
Reza el dicho popular que las cosas se reciben según de dónde vengan. Es hecho notorio que Cepeda no solo tiene una fijación mental que colinda con lo patológico respecto de Uribe, sino que, por sus antecedentes familiares y personales, es más que afín a las Farc, hasta el punto de que resulta difícil no identificarlo como vocero de la segunda organización narcoterrorista más adinerada del mundo, tal y como lo dicen publicaciones recientes que la ubican en segundo lugar después de ISIS.
Pues bien, no se necesita ser un Sherlock Holmes para advertir que esa tenebrosa organización tiene entre ceja y ceja a Uribe, bien sea para asesinarlo, ya para liquidarlo moralmente, pues saben que es el obstáculo principal para su proditorio empeño de instaurar en Colombia un régimen totalitario y liberticida.
Uribe arrinconó a las Farc, que en 2002 ya se sentían al borde de la ansiada toma del poder. Y si no hubiera sido por su entereza, en estos dos últimos años ya Santos nos habría entregado como piltrafas y guiñapos que se arrojan a las fieras para aplacar su insaciable voracidad. Uribe ha sido, en efecto, la talanquera que ha impedido que el gobierno protocolice una ignominiosa rendición ante las Farc.
Cepeda se llevó de calle en su debate no solo la Constitución y la ley, sino las restricciones que previamente le había impuesto la Comisión de Ética del Senado. Descaradamente, anunció que nada de ello le impediría lanzar su andanada. Ya sabemos, como se ha visto en el caso de Petro, que a la izquierda radical no hay ordenamiento jurídico ni moral que la contenga. Con ella se hace difícil la cohabitación, pues no admite las reglas de juego que son de la esencia del debate político civilizado.
Hablando en plata blanca, bien podría uno afirmar que tras este deplorable evento hubo ante todo la conjura de un cúmulo de venganzas de vario origen contra Uribe.
Las de las Farc son fáciles de entender, según lo expuesto.
También lo son las de los paramilitares y narcotraficantes que fueron extraditados por Uribe porque violaron los condicionamientos de la Ley de Justicia y Paz. Lo proclamaron a voz en cuello cuando salían del país:"Nos vengaremos”.
Igualmente es entendible, aunque nada justificable, el ímpetu vengativo de los liberales, a quienes Uribe derrotó en disidencia en 2012 y les prolongó durante ocho años más la travesía por el desierto que les impuso Pastrana desde 1998. Es una historia que habrá que escribir después y que muestra el abismo moral a que ha descendido la colectividad partidaria que otrora, siguiendo las voces de Otto Morales Benítez, equivocadamente habíamos identificado con el destino de la patria. Ya sabemos que el Partido Liberal, por obra de Santos, ha regresado a lo que era en 1998, vale decir, no el partido de Uribe Uribe, Olaya Herrera, López Pumarejo, Echandía o los Lleras, sino el de Samper y Serpa, esto es, el del 8.000.
Menos comprensible, a primera vista, es que a ese contubernio se hubieran sumado los dirigentes del Partido de la U y el gobierno de Santos, que ganaron las elecciones en 2010 con las banderas de Uribe y ahora, dando muestras de tenebrosa ruindad, han resuelto adherir a las cacofónicos chillidos de sus detractores.
Si, como dice sabiamente el Evangelio, “por sus frutos los conoceréis”, los del gobierno de Uribe no permiten identificarlo con las causas de los narcotraficantes ni las de los paramilitares. Por el contrario, como bien lo muestra Fernando Londoño Hoyos, Uribe no solo combatió con decisión a los guerrilleros, sino a todos aquellos agentes de la destrucción de la sociedad colombiana. Sus logros en la lucha contra el narcotráfico son inocultables, lo mismo que los de su acción contra el paramilitarismo. Que se pudo haber hecho más, concedido; pero sería injusto afirmar que faltaron convicción y entereza en el empeño.
El Partido de la U se fundó para darle cuerpo al proyecto político de Uribe, que este ha sintetizado en la imagen de los “tres huevitos de la gallina doña Rumbo”, a saber: Seguridad Democrática, Confianza Inversionista y Cohesión Social. Con estas consignas, ganó las elecciones de 2010. Pero hoy, solapadamente y después de un triunfo que está abierto a toda suerte de discusiones en los últimos comicios, sin muestra alguna de pudor, estimula el debate que las Farc han promovido para destruir la imagen pública de Uribe, ya que no han podido dar cuenta de su vida. Es otra historia que más adelante habrá que contar, la de la inmundicia moral de esa agrupación política que utilizó la imagen de Uribe para ganar electores, pero solo iba tras de una empalagosa mermerlada.
No me gusta hablar de Santos. Creo haberlo dicho todo sobre él cuando escribí que su reelección implicaría una catástrofe moral para Colombia. Pero hay hechos nuevos que obligan a reflexionar sobre lo que dice y obra.
Como en el caso de Cepeda, su obsesión contra Uribe también colinda con lo patológico. Y esas patologías hacen lo que parece imposible: que anden los dos, como dice un precioso tango de Homero Expósito, “perdidos de la mano bajo un cielo de verano soñando en vano”.
En algún momento de la campaña electoral, a Santos se le ocurrió decir que la lectura de un libro de Cepeda lo convenció de que Uribe estaba vinculado con el paramilitarismo. Pues bien, yo leí ese libro cuando salió al mercado hace unos años, y la famosa “prueba reina” que anunciaba al respecto no apareció por parte alguna. No sé entonces si soy yo o es Santos quien puede parangonarse con Simoncito Gaviria, que no sabe leer.
Como coda del más reciente escrito para este blog, traje a colación las siguientes declaraciones de Santos para la BBC:
“Ese Centro Democrático en el fondo es una extrema derecha, una especie de neonazismo, de neofascismo que lo único que causa es polarización y odios”.
Esta descalificación de lo que el Centro Democrático y su fundador representan políticamente es algo que da grima. Su pobreza intelectual daría pie para ignorarla de modo rampante, si no fuera porque procede de quien gobierna a Colombia y está obligado, por razón de su elevada jerarquía, a dar ejemplo de sindéresis al emitir sus opiniones, así como de respeto por la oposición democrática.
Santos, en definitiva, no da buen ejemplo y es poco probable que su imagen se proyecte de modo afirmativo ante la posteridad con desatinos de este tamaño. Lo que revelan sus palabras es más bien la ofuscación de su estado de ánimo. En su talante se adivina un egocentrismo que le hace perder de vista las realidades. Y cuando quien gobierna se deja llevar por sus delirios, es toda la sociedad la que peligra.
Esas palabras ponen de manifiesto que para el gobierno la discusión racional sobre el más importante de sus programas no es de recibo. Y, es en efecto, lo que pretende imponerle al país cuando llegue el momento: “Tómelo o déjelo”.
Su vocero, De La Calle, acaba de decir en Miami que la polarización podría afectar el proceso de paz. Y es cierto, pues se trata de algo que a todos nos afecta y sobre lo que todos tenemos derecho de manifestarnos. Pero, en vez de acudir a la persuasión inteligente para convencer a la ciudadanía de las bondades de lo que se está haciendo en La Habana, el gobierno resuelve insultar a los escépticos y atribuírles la responsabilidad por los malos resultados de su empeño. No deja de llamar la atención el denuedo con que Santos obra para buscar la paz con las Farc y el que exhibe para hacerles la guerra moral a siete millones de colombianos que se negaron a votar por él en las últimas elecciones.
No hay lógica en el modo como actúa el gobierno, especialmente cuando da a entender que apoya a las Farc en su propósito de liquidar moral y políticamente a Álvaro Uribe Vélez, y ni siquiera censura las manifestaciones que sus voceros han hecho de querer eliminarlo físicamente junto con sus seguidores.
Como dijo en un editorial de El Tiempo hace años Alberto Lleras, refiriéndose a unas desafortunadas declaraciones de Alfonso López Michelsen a propósito de su campaña presidencial, el gobierno está ahora “chamboneando de lo lindo” en el manejo del asunto más delicado en que se juega la suerte de Colombia hoy por hoy. Si, como lo insinúa la campaña liderada de la Andi, “Soy capaz de jugármela por la paz”, no se ve por qué Santos es incapaz de convencer a la mayoría de los colombianos sobre las ventajas que podrían reportarles los acuerdos que está cocinando con el narcoterrorismo, que al parecer son una auténtica “olla podrida”.
Hay actitudes de otros protagonistas, así sea por pasiva, de esta vindicta contra Uribe que suscitan numerosos y graves interrogantes. Me refiero a la Gran Prensa y el Gran Capital.
Dejémoslos quietos por lo pronto, en aras de la brevedad y porque quiero cederle el espacio final de este artículo a Don Marco Fidel Suárez, que en lo que escribió sobre Cristóbal Colón el 12 de octubre de 1892 a propósito de la celebración del cuarto centenario del descubrimiento de América, dejó para la historia estas frases lapidarias que el lector puede encontrar en la página 856 del Tomo I de sus Obras publicadas por el Instituto Caro y Cuervo en Bogotá en 1958:
Realmente no fue un DEBATE sólo un chismoso REFRITO bien prefabricado y mejor pagado$$$ en manos d eun pichón de guerrillero que ni se baña para intentar ofender a Álvaro Uribe Vélez, a quien esa manada de "ratas" hambrienta sen gavilla, no lograron ni inquietar.
ResponderEliminarAcusaron, rajaron, insultaron y sacaron antiguas fotocopias ya revertidas mil veces...Uribe escuchó, habló, se defendió por centésima vez, acusó y señalo...y ante el fétido olor de sus detractores y la pobreza mental prefirió retirarse con su bancada, dejando la ratonera solita para que rajaran a sus espaldas.
Ordinaria y fea actitud la de ese SEÑOR llamado Claudia López -Ano-listo- no analista, quien se atrevió a insultar al Gran Colombiano, sin pensar que es mejor ser "sanguijuela de alcantarilla" que "rata de letrina.
De Horacio Serpa 8000, Jimmy Chamorro Cruzado 10% , Nouse Cristo Bustos, el Rodrigo Lara Lara Lara Larito el borrachito y El delfincito Sepulturero Galán Pachón...y otros ejemplares de la fáuna Cepediana, que no vale la pena ni mencionarlos...son todos integrantes del REFRITO prefabricado por encargo, no de un debate con altura. Juanfer
#DespiertaColombia Todo lo descrito es cierto, pero sobresale la reflexión, JM Santos no tiene el bagaje intelectual ni la capacidad de liderazgo para diseñar el ardid con el que hoy nos encima.
ResponderEliminarPor circunstancias y casualidades de la vida pude asistir en el pasado a hechos que en ese momento no entendía, en la mañana leía el prestigioso diario El Tiempo pidiendo la renuncia del Presidente por recibir dineros calientes y en la noche su Director y el Mandatario compartieran mesa animadamente en el Club El Nogal acompañados del joven hermano, conformando lo que hoy puedo llamar, "El Trío del Nogal".
Estos antecedentes explican la actual situación, Todos ellos acostumbrados a vivir bajo la sombra del poder, conocedores de todos los vericuetos de la política, ya que siempre han sido centro de todas las campañas, influyendo con sus recomendados para conformar los tribunales y en general, todos los estamentos del poder público.
Ernesto Samper como heredero político de su tatarabuelo Miguel Samper Agudelo fundador de la estirpe que dominó Bogotá desde inicios del siglo XX con sus hijos, los Samper Bush propietarios del mayor emporio económico de la ciudad y fue Don Miguel como avezado político quien utilizó su Casa para reunir a la prestante oligarquía Liberal Bogotana para defender los intereses de sus hijos empresarios, dándole vida a lo que llamamos hoy el Sanedrín del Centro, que desde la sombra maneja todas las decisiones que se toman en la ciudad y tal vez en el país.
Ernesto con el apoyo de esa oligarquía liberal, fue electo Presidente pero no pudo disfrutar su mandato al resultar enlodado con los dineros calientes del Cartel de Cali, para safarse de imputaciones apeló a ese Sanedrín y a su maquinaria de apoyo en la que figuraron los hoy vigentes, Serpa, Cristo, DelaCalle, su abogado Bernal Cuellar y su asistente Montealegre, hoy Fiscal de la Nación, quienes cuidaron muy bien de hacer invisible al elefante, liberando de culpas al hoy Expresidente.
Con esta experiencia y con su inocultable afecto por el Socialismo del Siglo XXI que comparte con su gran amigo Enrique Santos Calderón, compañero de infancia y colegios con quién compartió aventuras revoltosas ya que fue considerado el renegado de la familia Santos burgueses de mitad de siglo XX, su tio abuelo lo desheredó por comunista "Guerrillero del Chicó" la llamaba no muy afectuosamente, pero de innegable inteligencia y poder de convicción, es hoy el lider de la familia y quién al parecer determina el curso de los acontecimientos en el país.
Por su parte JM santos Calderón como delfín del poder y acostumbrado a tener todo en la mano, acompañó a su hermano en muchas de sus aventuras en hechos que en algo tenían que ver con el mayo francés, la fórmula de socialismo de los oligarcas, que posteriormente fueron absorbidos por el magnetismo de Fídel, quién los atrajo a su causa.
Con estos antecedentes retrocediendo un poco la película encontramos varios hechos que se dan hoy como causas del avance comunista que sentimos en el país, con la popularidad de Uribe y ante la necesidad de disminuirle su poder se inventaron una treta que les funcionó de maravilla, por interpuesta persona le presentaron a Uribe la que fue la Directiva Ministerial 029/2005 que fue el golázo que le metieron a Uribe Vélez para vincularlo a los Falsos Positivos y a la persecución contra los militares que se dejaron obnubilar con el dinero fácil desprestigiando las Fuerzas Militares ante el pueblo.
Enrique como monitor y casi patriarca de los medios le abrió paso a columnistas de izquierda conformando la 5a columna guerrillera para adelantar la campaña contra el paramilitarismo que envió a la cárcel a tantos políticos, desmontando la maquinaria de Uribe y a la vez escondiendo los crímenes de los guerrilleros.
Con este manejo de política, medios y tribunales han llevado el país a su acomodo, hasta llegar hoy al punto de exigir el perdón para FARC con el fin de utilizarlos para hacerse al poder para su Socialismo del Siglo XXI, que es su verdadero fin.
QUE MONTON DE MIERDA DE LOS URIBESTIAS EN SU AFAN DE TAPAR TODAS LAS PÓRQUERIAS DE LA GUERRA SUCIA QUE TANTO MAL LE HAN HECHO AL PAÍS
ResponderEliminarlas respuestas se dan dependiendo de quien las solicite, ya el país está cansado de una larga e innumerable serie de hechos que no solo conmocionan la sociedad, si no que enlutan el alma de los colombianos.
EliminarTodos los días las FARC dan muestras de terrorismo, mas no de inteligencia beligerante como quieren hacerse pasar, la historia de los últimos años así lo ha demostrado. Alvaro Uribe Vélez, Gran Señor de Señores, ha hecho despertar las masas, ha demostrado que se puede volver a soñar con vivir en un país habido de PAZ, de economía dinámica, de mejor y más empleos; la voracidad de sus detractores porque no son opositores, han querido enlodar su buen nombre.
No es un secreto, decir y saber que el gobierno actual carece no solo de líder, si no también de un sendero que garantice la libertad de expresión, que acepte propuestas para bien del país, y en caso concreto lo que el pueblo reclama como es un proceso de paz transparente, con respeto hacia las víctimas del conflicto irregular interno, es inadmisible que no se tenga en cuenta a las verdaderas víctimas de las FARC, que se presente personajes ajenos a la situación, la Habana hoy en día no es más que un circo donde se exhiben y hacen todo tipo de piruetas, actos de ilusionismo a fin de confundir a la población colombiana pretendiendo que son carentes de intelecto e incapaces de analizar y reaccionar antes que seamos enviados al abismo del despropósito y la infamia del gobierno de Juan Manuel Santos, que duele hasta escribir y pronunciar su nombre.
Este gobierno por su propia cuenta cada día convoca a la reacción opositora y cansada de la desmembración familiar a que se pronuncie marchando a fin de hacer sentir su voz de protesta y exigir el cambio verdadero del rumbo falsario del proceso Habanero y vacacional entre el Gobierno y los Narco terroristas de las FARC.
Da tristeza ver como términos como "uribestias" resuenan en boca de gente ciega e ignorante y terminan causando un impacto en la sociedad.
EliminarCuando en materia política la desvergüenza y la mala fe llega a los extremos como lo del debate en el Congreso contra el expresidente Uribe, donde a sabiendas se ataca no solo a un inocente, sino a la persona que es el símbolo de todo lo contrario a las imputaciones que se le hacen y, al mismo tiempo, tal ataque es orquestado y auspiciado por la alianza del gobierno y criminales, la posibilidad de que el gobierno luche por lo que es justo es prácticamente nula.
ResponderEliminarSi a lo anterior se suma el hecho que las altas cortes y tribunales de justicia, lo mismo que la institución investigativa, se confabulan para, por medio del uso abusivo e ilegal de sus funciones, aniquilar al atacado, podemos estar seguros de que no hay ninguna posibilidad de que lo que el atacado representa y defiende sea, en justicia, rescatado, por todas esas instituciones. En síntesis, esas instituciones darán su veredicto de “culpable” contra el inocente, y el de “contrario al bien de la sociedad” contra su obra política y social.
El gobierno Santos tiene cuatro años para, a través del uso ilegal de sus funciones y su poder corruptor de las otras instituciones, aniquilar a Uribe, al uribismo y su obra, e implantar el nuevo orden político, económico y social con las FARC, y los gobiernos de Cuba y Venezuela.
Así las cosas, los caminos institucionales para salvar la democracia se están cerrando a pasos agigantados. Ante lo cual, se hace necesario, desde ya, la convocatoria a la parte del pueblo que se siente representada por el uribismo para que se prepare a manifestar públicamente el apoyo a su líder y a su obra. No está quedando otro camino que el de la protesta pacífica y masiva, lo mismo que el de la resistencia y desobediencia civil pacífica. Sería necesario también ganar, para la causa de la defensa de la democracia, el apoyo de los funcionarios honestos.
COLOMBIANOS A DESPERTAR¡ vamos a pronunciarnos y a hacer sentir nuestras voces en rechazo al gobierno fascista y totalitario de Santos, todos los gremios y asociaciones de todos los sectores uribistas o no o deben conocer la verdad de lo que sucede en la isla vacacional de Cuba, el pueblo no puede seguir durmiendo en el letargo político y perverso del estado.
ResponderEliminarLas negociaciones en la Habana no es mas que un sin número de vejámenes construidos entre los NARCO TERRORISTAS DE LAS FARC y el presidente, allí no hay reparación de víctimas, hay entrega de las instituciones del país, la economía no podría sufrir el peor fracaso en manos de estos criminales de la sociedad, es risible cuando se escuchan a algunos empresarios manifestando que apoyaran y recibirán a estos desmovilizados en sus industrias, no es un secreto que serán los primeros en cerrarles las puertas. Si a este gobierno le cuesta trabajo reducir el desempleo existiendo mano de obra calificada, profesionales muy bien preparados, como pretende estabilizar el ritmo laboral con un gran número de guerrilleros que en la vida solo han tomado un fusil para asesinar, algunos obligados y otros por ignorancia. No es difícil recordar que el M-19 cuando se desmovilizó solo un puñado son los beneficiados, ya que sus fuerzas de base tuvieron no más camino que volver a las montañas a integrarse con nuevos grupos ilegales, otros se quedaron en las ciudades delinquiendo porque no hubo más oportunidades por parte del estado, aquellos de ese grupo guerrillero que hoy gozan de cargos públicos han demostrado no solo la ineficacia de administrar si no que han demostrado que son sonrientes a la corrupción.
Existe una fecha programada para marchar, el próximo 3 de octubre las masas participaran y se pronunciaran para exigir la presencia del estado donde las FARC han retomado nuevamente fuerza destructiva, para exigir el respeto hacia las Instituciones de las FFAA y de Policía que han sido mancilladas frente a sus victimarios bajo la permisividad y patrocinio del presidente Santos, los medios de comunicación se verán obligados a decir la verdad en sus publicaciones, los industriales a decir la verdad frente al conflicto reanimado de los terroristas.
No mas infamia, NO más cinismo estatal, NO más perversión de las FARC, el pueblo reclama airosamente justicia, verdad, reparación y castigo para los patrocinadores del conflicto y para quienes comandan todos estos actos de barbarie, criminalidad, narcotráfico y extorsión.
no fue un debate fue un mandado de las farc, y del traidor contra el el mejor colombiano de todos los tiempos.
EliminarPablo Escobar hablaba y decia lo mismo que esta hoy diciendo este sr Uribe.
EliminarBueno la verdad, es que el senor santos !Tambien es capaz! Pero de volver mierda todo el pais, esta dicho nos equivocamos en la reeleccion de Santos, hay q aceptar las cosas, santos dijo q este año firmaria la paz, que ira a decir en diciembre?
ResponderEliminarnos?
ResponderEliminarQuedó bien claro cuales son las pretenciones de Santos y de parte de quien esta!, Cepeda ahora si que se le notó lo guerrillero!
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